Treinta años soñando con porfía.
En 2005, cuando se cumplían 30 años de trabajo continuo en diversas comunidades y grupos sociales del país, se editó un libro que recogiera esa experiencia para dejar una huella tanto de las metas que se habían alcanzado como del compromiso de mantener el esfuerzo en la misma línea. Al revisar las páginas de 30 AÑOS, advertimos que las ideas inspiradoras de SEPADE siempre fueron transparentes, y que se han fortalecido para favorecer una sociedad solidaria e inclusiva, así como la opción por la enseñanza técnico profesional anticipándose a la demanda de los tiempos actuales.
Eran tres décadas en que se celebraba el compromiso de las iglesias locales y la solidaridad ecuménica internacional. Por primera vez se ordenaba un archivo disperso de numerosos testimonios e imágenes elocuentes en el que apreciamos un país distinto, que hoy nos es ajeno. Chile era una sociedad que venía saliendo de la desesperanza, del silencio y —muchas veces— de la precariedad diaria. Justamente, el trabajo de aquellas primeras etapas se centró en las emergencias, tanto por la gravedad de los problemas que afectaban a la población como por la incertidumbre por un futuro que, en esos momentos de dictadura, no se percibía alentador. Las acciones paliativas de aquel SEPADE original pronto derivaron a proyectos que pudiesen comprometerse con la autonomía, el desarrollo y la creatividad de los sectores populares.
Tres grandes hitos marcan este periodo. La fundación del Colegio Agrícola Los Mayos, en 1993, el Liceo Agrícola de Negrete, en 1994, y el Centro Educacional de la Madera de Coronel, en 2002. Fue entonces cuando el campo de la educación formal se convertiría en un eje fundamental en el trabajo de SEPADE.
En el siguiente enlace pueden revivir esta pieza de registro histórico de alto valor institucional, editado por el presidente de la Corporación, Juan Sepúlveda, con diseño y diagramación de Tito Matamala.
