Las cuatro décadas de SEPADE se conmemoraron en un país distinto al que conocimos en su fundación: el tiempo transcurrido en democracia era ya más de la mitad de su historia. Las libertades individuales y el respeto a los derechos humanos habían sido recuperados. Sin embargo, sólo cambiaba el escenario, pues la tarea no podía darse por cumplida: quedaban muchos desafíos de los que habían constituido el origen y la motivación profunda de SEPADE.
Chile había dejado de ser prioritario para la cooperación internacional. SEPADE, en conjunto con la EED —Servicio Protestante para el Desarrollo—, de Alemania, logró gestionar un segundo proyecto ante la Unión Europea, UE, que se ejecutó entre 2008 y 2011 en las comunas de Lonquimay, Alto Biobío, Santa Bárbara y Negrete. Por otra parte, EED —ahora integrada en una agencia más grande denominada “Pan para el Mundo: Servicio Protestante para el Desarrollo” —, y Mission 21, de Suiza, mantuvieron su valiosa contribución a nuestro trabajo.
Volcado en gran medida a la educación, y cumpliendo el mandato de la nueva ley, la Asamblea de SEPADE resolvió crear la Fundación Educación para el Desarrollo, EDUCADES, que desde 2013 se encargó de la gestión de los tres establecimientos educacionales que mantenía SEPADE hasta esa fecha. Un aspecto básico es la Ley de Inclusión, aprobada en enero de 2015, exigible para todos los sostenedores, y que en buena medida reafirma el propósito natural de SEPADE: la infatigable búsqueda del desarrollo y la participación ciudadana de todas las personas, sin dejar a nadie atrás.
La revista institucional BITÁCORA, en su edición de abril-junio de 2016 está dedicada por entero a la conmemoración de los 40 años de SEPADE. En sus páginas se manifiesta el trabajo de tantas décadas, los innumerables logros obtenidos, pero también que seguiríamos por el mismo camino porque todavía Chile era un país en construcción.
